Tener un hijo arrancado de las entrañas de la madre le fija en ella unos lazos tan fuertes con el nuevo ser, que ni el tiempo ni el espacio alteran su relación afectiva, ni si quiera las situaciones conflictivas que en ocasiones afrontan muchas mujeres.
El dolor de la pérdida de un hijo es el origen de esta historia. La versión sostiene que la llorona era una joven campesina que cedió a las pretensiones de un libertino y al quedar encinta, para evitar los señalamientos y los escándalos de la sociedad, decidió ahogar a la criatura en una noche de luna llena.
La muchacha, arrojó a su bebé a un río y luego presa del arrepentimiento, volvió como loca para recuperarlo, al no conseguirlo luego de recorrer todos los ríos y caminos se dedicó a lamentarse, espantando a los campesinos con ensordecedores gritos y preguntándose: "Aquí lo eché... aquí lo eché... ¿dónde lo encontrare?".
Quienes la han visto, la describen como una mujer de rostro huesudo, de apariencia descuidada, ojos rojizos harapienta en su indumentaria y asimismo indica que entre sus brazos lleva un bultico semejante a un recién nacido, los borrachos, jugadores e infieles siempre están en la mira de la llorona.
Se aparece en lugares solitarios, entre las 8:00 de la noche y las 5:00 de la mañana, horas propias para las andanzas de los espantos por esta triste madre.... Cuentan los pobladores de Barbosa de épocas anteriores que a esta extraña mujer la han visto recorriendo el río Porce o Medellín adentrándose en los afluentes de la jurisdicción, especialmente en la quebrada La López y en la Cañada del Niño, haciendo los recorridos por los afluentes del río, no dejando dormir con sus gritos y quejidos en noches de luna llena y asustando las personas.
Cuentan además que su aspecto es tan fuerte que corren despavoridos a sus casas a esconderse debido al miedo que les ocasiona la figura de esta mujer. ¿Que haría usted si se encontrara con ella?.
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